Los coches rojos no son más peligrosos
Mucha gente piensa que el color de coche influye en su peligrosidad. Esta investigación lo analiza.
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El color rojo es asociado habitualmente a peligro, dolor y agresividad. En el caso de los vehículos, la creencia popular más extendida es que el color rojo de un coche va directamente relacionado a una actitud agresiva por parte del conductor y, por ello, los coches rojos son vistos como más peligrosos que los de cualquier otro color. Pese a esto, el 8% de los vehículos vendidos a nivel mundial son de color carmesí.
Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada (España) ha desmentido por completo esta creencia, afirmando que el comportamiento del conductor no está directamente influenciado por el color rojo. El estudio ha sido publicado en la revista Perception.
En su experimento, los investigadores contaron con la participación de 100 personas expuestas a diferentes situaciones de peligro en la carretera con coches de distintos colores (rojo, verde, amarillo, negro, gris y blanco) y estudiaron sus reacciones ante el riesgo, su comportamiento tanto en su tiempo de respuesta ante la amenaza de choque como la probabilidad de frenar tras ver el peligro.
Los resultados demostraron que el comportamiento de los conductores no se veía influenciado por el color del vehículo, aun siendo algunos rojos, puesto que la respuesta fue similar en todas las pruebas sin importar el color del coche, lo que evidencia que el rojo no tiene un impacto específico en la seguridad vial, ya que no provoca ni una mayor sensación de riesgo ni una respuesta más rápida o impulsiva ante el peligro. Lo que cambia la respuesta es tan solo el entorno y las circunstancias en las que se encuentra el conductor.
“Dada la creencia general que vincula accidentes en carretera y el color rojo de los coches, el estudio del comportamiento del conductor ante coches rojos, así como su percepción de riesgo ante este tipo de coches, puede servir para mejorar la seguridad vial”, explica Leandro Luigi Di Stasi, líder del estudio.
“La vieja creencia de que las compañías de seguros cobran más por asegurar un coche rojo, por considerar a sus conductores más agresivos al volante, no tiene ningún rigor científico, si bien esta práctica ha sido desmentida en muchas ocasiones por las propias aseguradoras”, aclaran los autores.
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